domingo, 11 de junio de 2017

Retropost #1653 (11 de junio de 2007): Censura y libertad de expresión en la Universidad





(Escrito enviado hoy al Rincón de Opinión de la Universidad de Zaragoza):

Estimados compañeros:

La semana pasada envié (por segunda vez) un texto al Rincón de Opinión, y veo que no aparece publicado allí. Me consta que la segunda vez sí se recibió, o al menos yo recibí un correo electrónico de acuse de recibo. La primera vez no recuerdo si recibí ese correo o no.

Según la normativa del Rincón de Opinion, entiendo que hace falta la aprobación de dos moderadores para la publicación del texto. Agradecería saber si en efecto se ha recibido ese texto, y si ha sido censurado por los moderadores. En tal caso, me gustaría saber cuál es la razón. Me extrañaría que su contenido fuese censurable, pues lo que daba a conocer es una resolución del Rector, que es de suponer no es algo que proceda ocultar o silenciar o censurar en la Universidad. Bien es cierto que esa resolución anulaba la actuación contraria a derecho de un departamento (el mío), pero parece que en ese caso lo censurable sería esa actuación contraria a derecho, y no la resolución del Rector ni mis quejas contra esa actuación.

Quizá parezca fuerte la palabra "censura" en este contexto, pero ruego a los moderadores que no se ofendan y nos atengamos a los hechos. Si se ejerce la censura, creo que debería hacerse abiertamente, y justificarse públicamente la necesidad de que así sea, estableciendo unas normas de uso del Rincón de Opinión más claras de las que hay ahora mismo.

En la normativa establecida por el Consejo de Gobierno, que figura en la sección "Sobre estas páginas" del Rincón de Opinión, se dice que "los moderadores del Rincón establecerán unas Normas de Estilo del Rincón que ayuden a los participantes, eviten molestias y aseguren el clima ético y de libertad que debe presidir este espacio virtual". Es éste un párrafo que merece una reflexión. ¿Nos referimos con "estilo" a cuestiones de estilo, de expresión, —o por el contrario, se está entendiendo que hay opiniones que causan "molestias", y que (procediendo de la comunidad universitaria) merecen ser acalladas para que no se difundan por esta comunidad? Hay que notar que, por otra parte, estas normas de "estilo" no se han redactado, pues la sección "instrucciones de uso" donde quizá deberían figurar está desde hace años "en construcción". Tampoco figuran en ninguna página quiénes son los moderadores que deberían haber redactado esas condiciones de uso, o si piensan hacerlo en algún momento. Tengo que decir que esto me parece deficiente, e incluso abusivo. La posible "molestia" causada a alguien es parte inherente de la opinión crítica. Lo que importa es establecer unos límites razonables para el ejercicio de esa opinión: en ningún caso es posible ni deseable evitar toda opinión que moleste a terceros.

Un espacio público de opinión no es una revista académica especializada, en la que los artículos deban ser sometidos al juicio valorado de expertos en una área científica para comprobar su pertinencia disciplinaria. Su finalidad es permitir precisamente la expresión de una variedad de opiniones y el intercambio de ideas en una comunidad. Estimo por eso (aunque esto exceda las competencias de los coordinadores del Rincón) que el mismo planteamiento del Consejo de Gobierno sobre el espacio público de opinión en la Universidad es erróneo. Con una censura previa no se fomenta el "espíritu crítico" ni la "libertad de opinión", ni se respetan los valores proclamados por la Constitución y por los Estatutos de la Universidad de Zaragoza. Creo que, visto que hasta la fecha soy el usuario mayoritario del Rincón de Opinión, y el único que (según creo) se ha planteado lo adecuado o no de su normativa y funcionamiento efectivo, merecería esta cuestión cuanto menos una reflexión por parte de los moderadores, y una respuesta pública.

Esto quizá contribuiría a vitalizar este espacio de opinión, que hasta hoy viene incumpliendo claramente sus fines. Parece obvio que en la Universidad de Zaragoza, con sus miles de profesores y estudiantes, y actividades en tantas áreas, debería haber más opinión pública de la que aparece en el foro que supuestamente ha de servir para manifestarla. Lo contrario sería, más que triste, alarmante—de hecho, sería escandaloso. Y aun admitiendo que pueda haber deficiencias de pensamiento crítico y de su expresión en la misma Universidad, habrá de reconocerse que el Rincón de Opinión viene cumpliendo su cometido de manera muy insuficiente.

Para empezar, ni siquiera se atiene a su propia normativa que requiere que las opiniones sean "de libre accceso a través de Internet". El Rincón, como muy bien saben los moderadores, es visible sólo desde la intranet de la Universidad. Nadie puede interpretar si no es con mala fe, que eso cumple el requisito de "ser de libre acceso a través de Internet". Por tanto, es ésta una primera cuestión que debería solucionarse ya, para atenerse sin más a la normativa que justifica la propia existencia de este foro y el nombramiento de sus moderadores.

Segundo, hay que tener en cuenta que es un espacio reservado de entrada a miembros de la comunidad universitaria, que han de identificarse para poder opinar. No es un foro abierto, donde pueda intervenir cualquier avatar o cualquier troll. Está más que suficientemente, excesivamente blindado. Las personas que allí intervienen se hacen responsables de sus opiniones. En estas circunstancias, ofende a la razón (a mi razón al menos) el establecimiento de censura previa. ¿No se fía la Universidad de que las opiniones de sus propios miembros se atengan al derecho, o a la veracidad, o a la corrección política, o qué se yo qué? La normativa dice que las opiniones se publicarán en el Rincón con la autorización de dos de los moderadores. Es una normativa de por sí pacata y triste, en mi opinión, pero más triste es su aplicación. Porque la normativa no especifica que haya de haber censura previa: sólo que la opinión contraria de dos moderadores llevará a la no publicación de la opinión (por ejemplo, si los moderadores considerasen que una opinión vertida en el foro atenta contra la decencia, la legalidad, la veracidad o los buenos principios, podrían suprimirla). Me parece que se ha hecho la interpretación más restrictiva de una normativa ya de por sí restrictiva.

Tampoco obliga la normativa al secretismo con que se lleva el Rincón de Opinión. Aquí no se da cuenta alguna, ni pública ni privada, de por qué se rechazan las opiniones rechazadas. No figuran en el foro los nombres de los moderadores. Hasta en una revista académica, donde los informes del comité científico son confidenciales, se da a conocer la razón del rechazo de un artículo (sin dar a conocer el nombre del autor del informe). En la ausencia de límites a la capacidad de censura previa de los moderadores, ser hace tanto más necesario saber qué opiniones o expresiones se encuentran rechazables o censurables. Insisto en la manera en que (entiendo) los moderadores del Rincón están malinterpretando radicalmente su función al transformarse en censores. Al parecer, sólo se están publicando aquellas opiniones con las que están de acuerdo al menos dos moderadores. No parece que haya un margen (no se manifiesta en modo alguno) para que se puedan publicar opiniones no compartidas por los moderadores, y sin embargo legítimamente expresables. ¿O acaso juzgan los moderadores que todo el mundo en la Universidad debería opinar como ellos? Si así fuera el caso, me temo que lo que correspondería sería exigir su inmediata destitución por incapacidad para entender los límites y las responsabilidades de su cargo.

Podría suceder, también, que mis mensajes se hubiesen perdido debido a fallos informáticos. Esto es posible cuando es un sistema automático quien da un acuse de recibo. En ese caso, es obvio que debería revisarse inmediatamente el sistema. Una atención personal por parte de los moderadores a la recepción de mensajes (por lo que se ve no es un trabajo que les fuese a desbordar) evitaría estos fallos, si es que se atribuye a ellos la "desaparición" de las opiniones. Que es algo que no sabemos, dada la impasibilidad y silencio total de los moderadores.

En suma, soy consciente de que esta opinión puede causar desacuerdo, y por supuesto puede volver a ser censurada (sobre todo visto lo visto hasta ahora). Pero creo que tanto el planteamiento básico del Rincón de Opinión como la actuación en concreto de sus moderadores dejan mucho que desear. Un debate al respecto no es el menos importante de los que podrían surgir en este espacio y en esta comunidad universitaria, pues están en juego valores como la transparencia de las actuaciones, la libertad de expresión y la función crítica que nuestros estatutos atribuyen a la Universidad. Espero que este mensaje reciba algo más que un silencio y una censura por respuesta.

José Angel García Landa
Profesor Titular de Universidad
Departamento de Filología Inglesa y Alemana
http://garciala.blogia.com

Este era el anterior mensaje censurado. Uno de ellos, pues otros se me han censurado en meses anteriores:
Se anulan las actuaciones abusivas en el Postgrado de Estudios Ingleses

Según resolución del Rector, la pertenencia o no a equipos de investigación no puede ser criterio excluyente para la participación en programas oficiales de postgrado.

Hace algún tiempo informaba en el Rincón de Opinión (en "¿Estudios oficiales o feudales?") de la existencia en mi departamento, Filología Inglesa y Alemana, de criterios abusivos para la elaboración del Plan de Ordenación Docente. Se pretendía excluir del nuevo programa oficial de postgrado a todos los profesores que no perteneciesen a equipos de investigación financiados—en la práctica, a los equipos liderados por los coordinadores del postgrado (Dres. Onega, Deleyto, Collado y Vázquez), y se elaboró una normativa interna al respecto. Se impedía que quienes no perteneciesen a estos equipos pudiesen siquiera solicitar docencia en segundo ciclo, excluyéndoseles de entrada y sin aplicar baremación a sus méritos. También se pretendía impedirles—impedirnos— la dirección de Tesis Doctorales y la impartición de seminarios en el tercer ciclo. Con lo cual nuestro título de Doctor y nuestra "plena capacidad docente e investigadora" como Profesores Ttiulares, garantizada por la LOU, y nuestros sexenios de investigación reconocidos, quedarían en letra muerta con la reforma de las titulaciones.

Esta normativa interna fue votada, para vergüenza suya, por el Consejo de Departamento de Filología Inglesa y Alemana, lo cual obligó a algunos de los perjudicados (otros votaron a favor) a interponer recursos de alzada.

Una primera resolución del Rector anulaba estas normativas abusivas en Tercer Ciclo. Ahora bien, a instancias de los coordinadores, el Departamento se empecinó y volvió a presentar un programa en el que se nos excluía de nuevo, esta vez sin remitirse a ninguna normativa—un subterfugio que ha sido de nuevo sometido a recurso.

Ahora, una nueva resolución anula los criterios establecidos por el Departamento para su Postgrado de Estudios Ingleses. Según la resolución del Rector,

"se concluye que debamos reputar como anulable toda asignación de docencia que se realice en base a criterios que restrijan, limiten o no respeten el acceso a la docencia y a la investigación, derechos/deberes del profesorado universitario conforme a la normativa anteriormente señalada.
Y si resulta que tales criterios han sido establecidos en lugar que no es el indicado, como es la Memoria del Máster en Estudios Textuales y Culturales en Lengua Inglesa con mayor razón deberá el Departamento revisarla, como habrá de hacerlo también en la Memoria del Programa de Doctorado en Estudios Ingleses como ya tuvimos ocasión de señalar en la resolución de recurso de alzada de fecha 22-12-2006, todo ello en orden a adecuar sus determinaciones al respeto y debida garantía de los derechos y deberes del profesorado perteneciente al Departamento de forma tal que sea reconocida y adecuadamente valorada su capacidad docente e investigadora."

Se resuelve, pues,


"ordenar al Departamento de Filología Inglesa y Alemana que la asignación del encargo docente en todas las enseñanzas que conduzcan a la obtención de títulos oficiales, ya sean de grado como de posgrado, se efectúe siguiendo los criterios establecidos por su normativa propia adecuándola, en su caso, a la legislación vigente, revisando también los criterios establecidos en los actuales Programas Oficiales de Posgrado que se imparten desde el Departamento de forma que se adecúen y no contradigan ni a la normativa propia del Departamento adoptada en 2005 ni la que es de general aplicación; todo ello en uso de su autonomía y conforme a los límites señalados por la legislación y por la jurisprudencia."

Los recurrentes queremos dar a conocer estas resoluciones para que la comunidad universitaria conozca la situación de este departamento, donde los equipos de investigación actúan como grupos de presión que imponen normas para favorecerse a sí y a sus directores, vulnerando los derechos de los demás y la normativa universitaria. Es una situación que viene repitiéndose de modo sistemático, pero que no tenemos intención de dejar continuar sin someter a recurso cada actuación irregular. Queremos llamar la atención, sin embargo, sobre la presión psicológica y la pérdida de tiempo que nos supone esto a las pocas personas que resisitimos la acción abusiva—demostradamente abusiva, a juicio del Rector—de estos grupos, que vivida desde dentro raya en el acoso laboral.

Es de notar que estas decisiones internas en las que se excluye a una mayoría del departamento son aprobadas por una minoría que actúa como un partido político con disciplina de voto férrea, frente a una mayoría ausente o abstencionista que permite que sus propios derechos, y los de todos, se vulneren—llegándose así a estas situaciones absurdas, contrarias a derecho, e indeseables en la Universidad.


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